¡SOS VENEZUELA!

20:45 Isabel 0 Comments

Hace un poco más de 15 años cuando Hugo Chavez llegaba al poder en Venezuela yo no sabia que mi camino en la vida era estudiar el comportamiento de los Estados en su accionar internacional. Hoy mis caminos se cruzan con los de miles de venezolanos que están luchando en su país para lograr que las condiciones de Libertad, Igualdad y Fraternidad que promulgaban los Derechos del Hombre y del Ciudadano en tiempos de la Revolución Francesa sean una realidad en la tierra de Simón Bolivar.

Cuando digo que mis caminos están cruzados con los tuyos hermano venezolano, es porque día a día en mi trabajo de enseñar a los futuros Policy Makers de Colombia, me veo en la necesidad de explicarles porque tu caso es uno atípico en esta América Latina llena en una época de gobiernos de ultra derecha militar y excesos contra los Derechos Humanos, donde desde los años 90 con el llamado Consenso de Washington a nivel económico, y donde el crecimiento y el desarrollo llegaban de la mano del libre mercado se pensaba que la Democracia reinaría como el Fin de La Historia de Fukuyama.

Hoy 15 años después, en Venezuela reina el caos, la desesperación y el dolor, porque con la llegada al poder de una clase política que se promulgaba "Socialista" los vicios que todo político latinoamericano tiene en su ADN se hicieron más visibles, hoy no podemos decir que Venezuela es "La Cuba de América Latina", hoy Venezuela es el DOLOR de América Latina, y como Latinoamericanos que somos todos debemos levantar las manos y decir ¡SOS VENEZUELA!

SOS por los niños que están conociendo como única alternativa el silenciamiento de la oposición, SOS por los jóvenes que mañana no saben si cinco años en una universidad les valdrán para conseguir trabajo, SOS por quienes no tienen trabajo, SOS por quienes han tenido que huir de su país para salvar sus vidas, SOS por quienes hoy no tienen que comer, SOS por quienes hoy están encarcelados por defender su derecho a pensar diferente, SOS por las madres que pierden a sus hijos, SOS por Venezuela porque esta perdiendo las cualidades más importantes de toda nación la libertad de sus ciudadanos, la independencia de sus instituciones y el vigor de su democracia.

Desde que tengo uso de razón, he estado esperando el momento en que haya paz en Colombia, cuando empece a estudiar Relaciones Internacionales entendí que la paz de mi paìs también le convenía a Venezuela, porque al compartir más de 2219 kilómetros de frontera terrestre lo que pase aquí repercute allá, porque las políticas que se toman desde Bogotá para Cúcuta repercuten en San Cristobal, y porque los problemas entre nuestros gobernantes inciden en las relaciones de la forma más viva de hermandad entre dos Estados: Su gente.

Hoy busco que no solo mis alumnos, sino todos aquellos que lean esta entrada entiendan que así como los problemas del conflicto interno Colombiano afectan de una u otra manera a Venezuela, la situación de polarización política, de autoritarismo, de violaciones a los Derechos Humanos y en general de afectaciones contra la vida y libertades de políticos y ciudadanos venezolanos también afectan a Colombia, y la afectan porque con la convulsión que se vive en el país vecino se afecta el comercio, se afecta el dinamismo de la vida en la frontera pero sobretodo se afectan las vidas de poco más de 30 millones de personas que según el ultimo censo realizado viven en la patria que vio nacer a uno de los Americanos más grandes, nuestro Libertador.



Yo hoy digo SOS Venezuela, y así como trabajo día a día por construir una Colombia mejor, invito a todos los colombianos a que también trabajen para que nuestro paìs con las herramientas que le da el Derecho Internacional Público ayude a un país que nos necesita a todos, porque la situación de Venezuela es la radiografía de una América Latina donde la vida no es sagrada, donde las instituciones no se respetan y donde los Derechos del Hombre y del Ciudadano no son tenidos en cuenta para debatir y construir los destinos de nuestros niños y jóvenes, quienes son al final de cuentas los que nos juzgaran por nuestros errores.